No es estrictamente necesario aplicar primer en cada maquillaje, pero sí es recomendable en muchas situaciones. Todo depende de tu tipo de piel, el acabado que buscas y la duración que necesitas.
Cuándo usar primer:
- Si tienes piel grasa o poros dilatados: Un primer matificante o minimizador de poros ayudará a controlar el brillo y mejorar la textura de la piel.
- Si buscas que tu maquillaje dure más horas: Un primer prolonga la duración del maquillaje, evitando que se desvanezca o se cuartee.
- Si tienes piel seca o deshidratada: Un primer hidratante evitará que la base se vea acartonada o marque líneas de expresión.
- Si quieres un efecto específico: Algunos primers aportan luminosidad, corrigen el tono o suavizan la piel.
Cuándo puedes omitirlo:
- Si usas una base de maquillaje de larga duración y tu piel no tiene problemas de textura, el primer no siempre es necesario.
- Si tu piel está bien hidratada y preparada, a veces una buena rutina de skincare es suficiente.
- Para maquillajes ligeros o diarios, si no necesitas que dure muchas horas, puedes prescindir del primer.
En resumen, el primer es un plus, no una regla.
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